EL ÁGUILA, EL LEÓN Y EL MURCIÉLAGO – LA DISCIPLINA

- ¡Has de saber que el murciélago me ocasiona problemas! – dijo el águila –. ¡Cuando le beneficiaba dice que es un pájaro y se mezcla con ellos, alegando que como ellos, vuela! ¡Pero cuando su interés reside en liberarse de mis leyes, dice que es un mamífero y, por lo tanto, una bestia de tu jurisdicción y vasallo de tu imperio!
- ¡vaya con el avechucho! – respondió el león enfadado –. ¡Cuando intento someterle a las reglas con que gobierno a los cuadrúpedos, se niega a obedecerlas, alegando que, como vuela es un ave de las tuyas!
- ¡Pues yo no lo quiero en mi reino! – exclamó el águila.
- ¡Ni yo en el mío decidió el león!, convencidos ambos de que el murciélagos era un pícaro, sólo dispuesto a desobedecer.
Moraleja:
Quien no es disciplinado consigo mismo y con el resto, saldrá perjudicado: será visto con desconfianza y será despreciado.
Autor: Joaquín García L.
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