LAS MOSCAS
- Aquí está la fuente de vida eterna, -pensaron las moscas que, guiadas por el olfato, se abalanzaron sobre el dulce charco.
Ocurrió que al posarse sobre la miel quedaron de patas y alas pegadas, sin poder volar.
- ¡Hay pobres de nosotras que, por mísera golosina, encontramos la, muerte!-, así se lamentan en la agonía y aunque parezca exageración, miles de moscas murieron como las primeras.
Moraleja:
“Quien no previene, remedio no tiene”.
Fábulas De Esopo
Fuente: Toribio Anyarin Injante
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